3:00 am, ansiedad a full, me fumo uno, dos, tres cigarros, sigo sin poder conciliar el sueño. Como, me envicio, pienso, me desespero. Estoy irritable, pocas veces encuentro algo coherente con lo cual responder al "¿Cómo estás?" que me preguntan todos los putos días. Me encuentro entre las horas muertas y entre los estados mentales ridículos que toda la vida me han caracterizado.
Llegan nuevamente los fantasmas, están ahí, me acechan y yo sólo quiero ignorarlos, fingir que nada pasa. Cuento, uno, dos, tres, cuatro... suspiro... ¿en qué número iba? No recuerdo.
Son tazas infinitas de café, me las bebo como agua, estoy despierta, me tiemblan las manos. Me propongo actividades que sé que no puedo terminar pero en las cuales quiero creer. Como sin hambre, como por ansiedad, luego me culpo, me odio y nuevamente empieza el círculo infinito. ¿Cómo mierdas salgo de ahí? ¿Por qué de nuevo cuando pensé que ya había salido y había logrado romper el ciclo?
La indiferencia quema y las palabras también. Me veo perdida entre millones de pensamientos, todos muy recurrentes por los últimos días, pero la peor sensación es el limbo, ese ser o no ser, estar o no estar. No estar tan triste como para querer matarse pero no tener siquiera matices de alegría como para romper la monotonía que causan esos estados desconfigurados.
La tristeza está de moda por estos días. Son tiempos de romperse y estar rotos. Son tiempos de alegar, de quejarnos pero de no hacer nada para que las cosas cambien porque todos estamos igual de jodidos.
Estos tiempos son de mierda, son de pasar desapercibidos cuando la gente jura que es el centro del mundo. Es un momento donde todo el mundo cree que es importante, donde se le da importancia a las cosas efímeras más no a las reales. Son tiempos de pasar, mirar al lado y notar que nada nos importa mientras no nos afecte pero también son esos tiempos de querer llamar la atención porque de verdad consideramos que somos tan putamente importantes, somos tan ridículos que pensamos que sólo lo que nosotros decimos o hacemos es valedero y tiene sentido.
¿De verdad llegamos a esta mierda? Son tiempos de fingir, de fingir amor, de fingir cariño, de ofrecerle al mundo una falsa empatía, una falsa humildad. Estamos tan metidos en nosotros mismos que decimos amarnos cuando en realidad nos odiamos y no somos capaces de salir y ver más allá de las cuatro paredes de nuestra existencia. Estamos tan jodidos por esa falsa idea de "todos tenemos los mismos derechos" que nos sentimos ofendidos y vulnerados cuando alguien piensa diferente. Estamos tan sumergidos en mundos paralelos e irreales que olvidamos lo que se siente salir con alguien porque ya todo se basa en tener ruido alrededor con tal de no estar presentes en ningún lado.
Somos tan cabrones que no somos capaces de aceptar a los demás en nuestro pequeño universo si ellos no son capaces de volvernos el centro de su mundo. Somos tan hijos de puta que si no tenemos suficiente atención hacemos un puto drama de ello porque estamos cagados y llenos de carencias emocionales. Estamos tan putamente jodidos que nos volvemos orgullosos con tal de que nadie sea capaz de sacarnos a nosotros "del llavero" porque necesitamos ese ego y ese orgullo de decir: "Yo le dejé de hablar y ahí está que me busca."
¿De verdad somos tan de mierda? ¿De verdad las emociones están tan desvalorizadas? ¿De verdad es que necesitamos que alguien nos escriba todos los días lo lindos, amables, bellos e irreales que somos para sentirnos un poco menos mal por saber que no somos una mierda de lo que nos dicen? ¿De verdad necesitamos creerle a los cabrones que nos quieren follar todos los días porque nos ven como un puto trofeo? ¿De verdad estamos tan putamente idiotizados que nos somos capaces de ver que nos estamos perdiendo de vivir la vida por llenar nuestras alacenas de comida que no necesitamos y nuestros corazones de basura irreal que consumimos a diario?
Es que estamos tan putamente jodidos hoy que la gente prefiere empolvarse y tener el culo de alguien diferente todos los días en su cama porque "en la variedad está el placer" y no construir nada que dure porque cada culo trae una fortuna diferente. Es que estamos tan putamente llevados a los extremos que somos unos analfabetas emocionales buscando respuestas en los lugares equivocados porque nada nos llena, nada llena los putos vacíos que tenemos en el alma, nada llena ni ocupa el lugar de nadie y nadie y entonces preferimos fingir amores pasajeros para no sentirnos tan solos en un mundo donde todos los días podemos entablar conversaciones con gente distinta.
Estamos tan rotos que nos seguimos rompiendo para que el caos sea pan de cada día.